domingo, 9 de octubre de 2011


Conjugaciones en alba.

               Es la hora en que los pensamientos malhechores asaltan, un insípido y amargo sabor en la garganta, el insomnio que se adentra en la cabeza y dispara  a la calma, el vacío que se adentra en el esófago todas las mañanas.  El tiempo portador de insoportables alaridos, el rayo de sol que no basta para disipar mis mohínos sonidos, el canto húmedo de las sirenas que me incitan a la niebla del mar, cualquier silencio sorberé con tal de callar. El tiempo es el poderoso mal, jamás tuvo la propiedad de olvidar, la pluma fragua su batalla para continuar y  va construyendo alientos para la autómata que necesita descansar, solo apagar.
Aura porteña  que apacigua mi caída, ceder en manos de la melancolía o alimentarse de la orfebrería de vocablos; yo cambió y elijo refugiarme en el papel y en sus espasmos, arrojar las palabras como escudo contra el llanto, ahogar el pretérito de mi espalda en la tinta que configura mis  manos. 


2 comentarios:

  1. me gusto ese poema en prosa y la foto del final..creo q me identifico en tus palabras, saludos

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  2. la foto es como se veía el amanecer desde el avión
    saludos^^

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